jueves, 29 de enero de 2009

ESTUDIO BIBLICO: "EL PLAN DE SALVACION"

Introducción:
Dios, en su infinito amor, preparó de manera anticipada un Plan. Este Plan de Salvación se puede comprender y aceptar cuando analizamos detenidamente los siguientes puntos:

I. Somos Pecadores:
La Palabra de Dios muestra la condición espiritual del Ser Humano frente a su Creador, como resultado de la desobediencia de Adán y Eva (los Padres de la Raza Humana).
a. Romanos 3:10 dice: “Como está escrito: «No hay justo, ni aun uno;”
b. Romanos 3:23 dice: “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios.”
c. Romanos 5:12 dice: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”

II. Los Resultados del Pecado:
El pecado, entonces, trajo como consecuencia la muerte espiritual. Entiéndase muerte espiritual como la separación del hombre y Dios que es Santo, por lo tanto, su naturaleza santa no permite que el hombre, en su caída espiritual heredada, sostenga a través del tiempo una Relación Interpersonal con su Creador, el cual es Santo. Por consiguiente, el pecado trae muerte.

a. Romanos 6:23 dice: “Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro”.
b. Romanos 5:18 dice: “Así que, como por la transgresión (desobediencia) de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación que produce vida.”
c. Romanos 5:12 dice: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”
d. Romanos 5:15 dice: “Pero el don no fue como la transgresión, porque si por la transgresión de aquel uno muchos murieron, la gracia y el don de Dios abundaron para muchos por la gracia de un solo hombre, Jesucristo”.

II. Nuestras obras no justifican ni salvan:
Ahora bien, ante tal condición ¿Qué haremos para restaurar nuestra Relación con Dios? Muchos de nosotros responderemos: empezaremos a hacer buenas obras para tratar de agradar a Dios y así obtener su perdón. En cuanto a esa respuesta que, generalmente acostumbramos a dar, veamos que nos dice la Palabra de Dios al respecto:

a. Romanos 3:20 dice: “Porque por las Obras de la Ley ningún Ser Humano será justificado delante de él, ya que por medio de la Ley es el conocimiento del pecado”.
b. Efesios 2:8-9 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe.”
c. Gálatas 2:16 dice: “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la Ley, por cuanto por las obras de la Ley nadie será justificado.”

III. Cristo nuestra Justificación, la Obra Perfecta:
Todavía hasta aquí, parece no haber remedio para el Ser Humano. No importa el esfuerzo que haga el hombre la solución se torna inalcanzable; pero esperen ¿Qué pasa? ¡Noticias! ¡Buenas Noticias! ¡Hay solución para el Ser Humano! Veamos que dice la Palabra de Dios sobre el tema:

a. Romanos 3:24-26 dice: “Y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con miras a manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús.”
b. Romanos 5:1 dice: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.”
c. Romanos 5:8-11 dice: “Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Con mucha más razón, habiendo sido ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira, porque, si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida., Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.”
d. Romanos 5:15 dice: “Pero el don no fue como la transgresión, porque si por la transgresión de aquel uno muchos murieron, la gracia y el don de Dios abundaron para muchos por la gracia de un solo hombre, Jesucristo”.

IV. Nuestra Decisión, Aceptar y Recibir la Salvación que es gratuita:
Entonces ya que, la salvación fue planificada por Dios en la muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo, debemos actuar en consonancia a las promesas bíblicas que hay establecidas para poder experimentar el perdón de nuestros pecados, y por consiguiente, vivir una vida que agrada a Dios, no porque la misma nos justifica, sino mas bien, porque es el resultado de haber nacido de nuevo y ser hecho un Hijo de Dios, disfrutando de una Relación Interpersonal con el Creador. Veamos entonces que nos dice la Palabra de Dios al respecto:

a. Romanos 10:8-11 dice: “Pero ¿qué dice?: «Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón». Esta es la palabra de fe que predicamos: Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. La Escritura dice: «Todo aquel que en él cree, no será defraudado»,”

¿Estás listo para recibir este regalo, que es por fe en la Obra Perfecta de Jesucristo? ¿Quieres recibir a Cristo Jesús en tu corazón para perdón de tus pecados? Si es así, te invito a hacer conmigo esta oración:


Señor Jesús, te doy gracias
Por dar tu vida por mí
En sacrificio por mis pecados
Reconozco que soy un pecador
Y pido perdón por mis pecados
Entra a mi corazón, te recibo como mi Señor
Quiero nacer de nuevo, límpiame de mis transgresiones
Amen.

Nota: Los hermanos que quieran utilizar este estudio biblico, pueden hacerlo ya que, el mismo es util para evangelizar a personas inconversas para llevarlas a la iglesia.